Divas

“Una diva, además de cantar e interpretar, tiene que ser una diosa en la vida cotidiana”, eso creía la famosa cantante María Callas y con esta frase, la periodista Cristina Morató abre su libro Divas rebeldes que acaba de ser publicado por Random House Mondadori.

¿Quién no soño con ser una diva? Desde la lectura de los cuentos de hadas hasta la publicación de biografías que mostraron los lados oscuros de las divas, mujeres de todo el mundo soñaron con ser parte de este universo, parecido al de las princesas. Muchas veces con madrastras, hermanas enemigas y príncipes poco galantes, las divas parecían salidas de estos cuentos de Grimm, Andersen o Madame d´Aulnoy. Pero, en realidad, fueron y son – en menor medida hoy – personas de carne y hueso con pasados turbulentos, infancias dolorosas y mucho éxito. Supieron llegar a la cima de sus profesiones pero nunca lograron tenerlo todo y sufrieron. Tuvieron que aceptar la soledad, aún estando en pareja, y los desplantes de una sociedad que las admiraba pero a la que también horrorizaban. En Divas rebeldes aparecen María Callas, Coco Chanel, Audrey Hepburn, Jackie Kennedy, Wallis Simpson, Eva Perón y Barbara Hutton cómo mujeres de leyenda, con sus pasados ocultos, y sus traumas más profundos. Para Morató, “El libro descubre las luces y las sombras de unas mujeres que nos siguen cautivando porque nos demuestran que los cuentos de hadas existen, aunque en su caso, no siempre tuvieron un final feliz”.

En este sentido, la periodista Paula Varsavsky dictará este mes un curso en Icana sobre la pareja Marilyn Monroe y Arthur Miller en la literatura norteamericana, en el que, a través de las obras de Miller, dará cuenta de la “contracara de Hollywood”.

Sin embargo, los cuentos de hadas existen y más de una mujer soño o sueña con ser una diva, tener esa fama pero conservando ese aire de misterio que las grandes divas de la historia supieron cultivar. Y, en este sueño, hay también hombres. Las divas fueron cautivadas por grandes y poderosos hombres del mundo artístico, de la política y empresarios que supieron darle apoyo y protección. “Aunque todas ellas parecían perfectas a los ojos del mundo, y eran iconos de la moda y el glamour, su vida privada no fue nada idílica”, asegura Moraró.

Los hombres también sueñan con estar al lado de una diva. Aunque hoy, no hay divas cómo las de antaño, como Marilyn Monroe, Coco Channel, María Callas. Audrey Hepburn. Soñar con ser una Princesa o un príncipe consorte es más común de lo que el sentido común puede admitir.

“Las Divas toman de las hadas ciertas funciones que son reformuladas en el Siglo XX. Se les suele asignar un carácter curativo y algo mágico. También suelen ser ingenuas como las hadas, pero son sensuales, a diferencia de sus predecesoras, quienes carecían de esta característica”, cuenta Varsvsky.

Estas mujeres marcaron la historia del siglo XX y sus imágenes se convirtieron en íconos. Fueron los modelos del glamour y la belleza de una sociedad y estuvieron como maniquíes, expuestas a las miradas del mundo entero. Así fueron juzgadas y amadas, desde una vidriera inventada, desde el panóptico de paparazzis, periodistas y con los juicios de la alta sociedad. Pero también algunas fueron dueñas de un ego arrollador y de una imagen inventada que terminó por superarlas.

El interés en estas figuras que marcaron la literatura por ser una extensión real de los cuentos de hadas, aumenta. Las divas ocupan páginas enteras de libros, suplementos y revistas pero también tienen libros propios. Y tanto autores cómo autoras se han encargado de retratar o indagar en estas vidas de película que tenían mucho en común con la vida de las jóvenes populares y de escasos recursos.

“Me interesaba descubrir el lado más humano y menos conocido de unas mujeres que fueron auténticos mitos en su tiempo y que fueron admiradas e imitadas por millones de mujeres en el mundo. Y lo que el libro descubre es que fueron personas solitarias, vulnerables, acomplejadas por su físico y muy celosas de su intimidad, que además detestaban ser tratadas como estrellas. La mayoria de las grandes divas del siglo XX fueron auténticas supervivientes”, aseguró Morató.

El periodista Francois Forrester publicó en el 2010 el libro Marilyn y JFK, en el que analiza con sólida documentación la historia de este romance tan torbellino que cautivó a miles de jóvenes de corazones y deslumbró a la sociedad americana. Pero también el conocedor de los mejores talentos de Hollywood, Donald Spoto, hizo lo suyo escribiendo las biografías de Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Grace Kelly, Jackie Kennedy y Elizabeth Taylor. En cada libro acude a fuentes cercanas a las divas y hace su propia investigación para mostrar todas las caras de la moneda, las facetas más desconocidas de Norma Jeane Barker. En Blonde, la famosa escritora Joyce Carol Oates mezcla biografía y ficción para retratar a esta mujer que se ponía unas gotas de Chanel Nro 5 antes de dormir. Para Varsavsky, “en la literatura, aparece la parte oculta de las Divas, las completa. Se vuelven más humanas”.

En este sentido, el autor Randy Taraborrelli publico La vida secreta de Marilyn Monroe, donde queda al descubierto esta figura mítica llamada Norma Jean. Pero la curiosidad por las grandes divas va más allá de la literatura. En 1982, el cineasta francés Jean – Jacques Beneix realizó Diva, un largometraje sobre una cantante de ópera que no permitía ser grabada. En 1999, Whitney Houston, Tina Turner, Cher y Brandy lanzaron el cd Divas Live. Más tarde, Celine Dion, Gloria Estefan, Aretha Fanklin, Shania Twain y Mariah Carey grabaron en el concierto a beneficio de VH1, otro cd también llamado Divas Live. Así, la palabra Diva que en latín significa divina y para la Real Academia Española, hace alusión a un artista del mundo del espectáculo es utilizada por grandes figuras que distan de ser aquellos íconos del siglo XX. En su obra Diva – actualmente en el Centro Cultural de la Cooperación -, la dramaturga Patricia Suárez hace honor a estas divas que están en nuestra imaginación con ironía y humor, en un texto que muestra el detrás de escena de una actriz que muere de amor por el autor de las obras que encarnó.

Divas fueron las de antes. Para Morató, “una diva tiene que tener talento, rebeldía y un gran poder de seducción. Hay que tener un estilo propio y unas señas de identidad únicas”. Y, Varsavsky coincide: “es una mujer con un cierto poder que emana de su belleza, de su habilidad para vincularse y de persuadir, de su sensualidad”. Con la tecnología, los medios masivos de comunicación y la redes sociales, los cuentos de hadas siguen siendo realidad, aunque el glamour se vea en otros aspectos. De acuerdo a Morató “las divas del siglo XXl son artistas como Madonna o lady Gaga que son imitadas por millones de mujeres en el mundo, que han creado un look propio y son las reinas del facebook, además de buenas empresarias”.

Una nota que hice alguna vez...